viernes, 8 de enero de 2010

















Hoy quiero ser poesía en tus manos, escurrir en tus dedos como sueño en colores chocolate, con aroma a almendra y nuez; dulce juez que acoge tus dictámenes como el reo que asume sus penas y acata la ley del carcelero.
Deja que sea tu preso en el día de las mil noches, que recorra tus estancias a oscuras palpando tus esquinas a cada paso…
Entonces seré el sonido de tus pasos, perpetua presencia en la soledad de tus sueños y camino de luz en esos ojos brillantes; mis mejores versos serán tan reales
como mi mar de abrazos que riegan hoy tu costa,…
El amante sin caballo, ni capa que envuelva tu silueta pero que en cada arrullo sobrecoge al amor de tan infinita presencia.

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